
Hay momentos en tu vida, que dejan huella a lo largo de toda ella, momentos que se quedan grabados en lo mas hondo de tu alma, y que te acompañan hasta el dia final de tus dias.
En mi caso, como en el de cualquier ser humano, estos momentos tan especiales son pocos, y por eso nunca se olvidan, el nacimiento de tu hijo, tu primer amor, ese olor tan caracteristico de una tienda de campaña, el primer beso de tu hijo, etc......
En estos dias, y como todos los años, he acabado mi activacion como oficial de la reserva, en la que hasta ahora ha venido siendo mi unidad, la AALOG XXII , pero este año ha sido muy especial, y ha dejado en mi momentos que siempre recordare. Quizas por ser el ultimo año en que presto mis servicios junto a mis compañeros de la seccion de mantenimiento de la Plana Mayor de Mando, o quizas por que paso por unos momentos de sensibilidad especial, pero han sido unos dias que sin duda pasaran a mi memoria sensorial con imagenes y emociones muy especiales.
En estos dias tumultuosos politicamente hablando, y en los que solo hay desanimo y pena por los acontecimientos que azotan a nuestra querida patria, donde solo se oye hablar de crisis, independentismo consentido, y friquismo institucionalizado, es un verdadero reconforte del alma, poder comprobar, como aun existen, en esta nuestra patria, valores que estan por encima de todas las cosas, y personas que dia tras dia, con su silenciosa forma de vida y quehacer diario, perpetuan y forman parte de la historia y de los sagrados valores de esta nuestra España, malquerida por algunos, y malentendida por la mayoria.
Es totalmente un regocijo, escuchar y poder compartir la vida diaria, de personas, cuyo valor, cuya constancia y desinteres, hacen posible que como en un oasis en mitad del desierto de deshonor en el que vivimos hoy en dia, no se pierdan los valores que siempre han hecho grande el nombre de España por el mundo. Orgullosamente te cuentan su labor y sus vivencias en cada una de las misiones internacionales en las que han participado, como la sonrisa de un niño herido por una mina, reconfortaba el sufrimiento de un compañero perdido en una emboscada hostil, como el beso de una anciana y una flor casi marchita prendida por esta en el correaje de campaña, al darle las gracias por salvar a su nieta, eran mas que suficiente para sopesar la lejania de la patria y de la familia y seres queridos, y como desde un antiguo colegio Kosovar, rehabilitado y mantenido por nuestras tropas, les mandaban fotos de agradecimiento por la vida y la esperanza que cada uno de nuestros soldados con su grano de arena particular supieron dejar en aquellos remotos y frios parajes de la antigua Yugoslavia.
Todas y cada una de estas vivencias, y todos y cada uno de los momentos que dia tras dia, he podido vivir con estos maravillosos profesionales, dejan lleno mi saquito de esperanza, y de orgullo y honor por forma parte de esa institucion tan mal entendida y tan desconocida como son nuestras fuerzas armadas.
Este año, por ser mi ultimo año en la unidad que me vio nacer como oficial reservista, y con vistas ya puestas en mi nuevo destino alla por tierras africanas, parecia pasar mas despacio que otros años. Mis pupilas parecian ir a camara lenta, y se empapaban de cada rincon y de cada imagen del antiguo cuartel Cervantes, y de cada palabra y cada gesto de los maravillosos compañeros con los que he tenido el placer de servir en mi estancia en la Agrupacion, el buen trato y mejor saber hacer del Suboficial Mayor Garcia, el buen humor y las vivencias pasadas del Cabo Mayor Macero, la paciencia y profesionalidad del Capitan Lopez, o la maravillosa labor del soldado Contreras, y asi uno tras otro, tantos y tantos buenos profesionales de la milicia y mejores compañeros que han sabido aceptarme como uno mas, y que han desbordado compañerismo conmigo como si hubiera estado junto a ellos toda la vida. Un compañerismo, del verdadero, del que te une a las personas para toda la vida, y crea lazos de fraternidad, que hacen que todos y cada uno de los corazones de los hombres de una unidad latan al unisono y con un solo alma, que vive por y para el servicio que tu pais te quiera encomendar, por y para el servicio de España, todos a una y por ella dispuestos a darlo todo, hasta la vida si fuera necesario......
Pasaron los dias, y llego mi ultima formacion junto a mis compañeros, era una mañana muy especial, y se podia cortar en el aire esa solemnidad que envuelve a los momentos importantes pero a la vez sublimes de emociones palpables. Como todas las mañanas, se formaban a las distintas unidades de la Agrupacion en el Patio de Armas, y tras la lectura de la orden del dia, y las novedades al mando, todas y cada una de las secciones, incluida la Plana Mayor de Mando, en la cual me encontraba encuadrado yo, partimos desfilando hacia la entrada del acuartelamiento, para proceder al izado de la Bandera y rendir honores a nuestra sagrada y honrosa enseña nacional.... Cada una de las secciones formadas alrededor del mastil, aun desnudo, sin la enseña rojigualda, y al frente de todas ellas nuestro Coronel.... La guardia de seguridad, hace los honores, y la bandera empieza a subir por el mastil, mientras suena el toque de bandera. Ese momento, se ralentizara en mis pupilas y mi memoria hasta el fin de mis dias, ese momento, hizo que pudiera notar, cual honor y privilegio se me concedia al poder compartir con aquellos nobles hombres de armas, el amor univoco de todos por nuestra patria, y el renovado juramento dia a dia, repetido en nuestros corazones, de darlo todo por la buena causa de defender con orgullo, la historia y la sangre derramada por tantos y tantos hombres valientes y honrosos, que tras siglos de gloria, han sentido de igual forma que cada uno de nosotros sentia en esos momentos, el amor hacia nuestra enseña y lo que representa... Podia notar como se me paralizaba la respiracion, y como un solo corazon latia en aquellos momentos en los pechos de cada uno de los humildes y valientes soldados que alli formaban junto a mi, y todo aquel sentimiento tan intenso, hizo que una lagrima de orgullo corriera por mi mejilla, mientras veia como nuestra bandera, llegaba a ondear en lo mas alto de aquel mastil que tan gloriosamente colocaba dia tras dia a nuestra orgullosa enseña encima de todas nuestras cabezas, como protectora de nuestra historia y nuestros valores, haciendonos depositarios del mayor orgullo que puede existir para una persona, que es defender a su patria y todo lo que su bandera representa, ahora y por siempre.
Fue un momento, sin duda que permanecera en mi alma, hasta el fin de mis dias, y que llenara aquellos momentos dificiles que aun me quedan por vivir en este camino de espinas, que es la vida.
Desde aqui, mi mas humilde agradecimiento y mi orgullo de haber servido con vosotros, gracias compañeros, por aceptarme como uno mas y gracias por vuestra desinteresada lucha por mantener nuestra historia viva, y por velar por que nunca se olvide aquellas epopeyas que tanta gloria han dado a esta nuestra patria y que vosotros seguireis añadiendo dia tras dia, y mision tras mision.
Fue un orgullo haber servido a vuestro lado, siempre os llevare en el corazon.
¡¡¡¡POR ESPAÑA, TODOS POR ESPAÑA!!!